Vuelve el hombre con la saciedad
del amor encontrado
Después
de haber su alma a muerte condenado
En
silencio cae sobre los brazos de los ojos encantados
Uno
a uno sus sueños tienen manos
Las
cuales los llevan fuera de este mundo humano
Eres
tú, con tu sonrisa de mañana
La
cual hace retumbar cada segundo en mi alma
Son
silencios los que sobran en nuestra noche anhelada
Es
tu piel cayendo como velo de seda en nuestro paseo
Eres
tú mirando mis miedos y arrancándolos desde adentro
Y
soy yo quien cae sobre tus estrellas perdido fuera del planeta
Quiero
ser yo quien permanezca entre tus ligeros pasos
Llegar
hasta el más íntimo de tus secretos
Ver
esa paz que dibujas en tu rostro de mujer infinita.