Estaba coronando los simples
silencios
Con un sencillo y menudo trago
de vino
Cual fue servido por Baco
Al contornear tantas Diosas y
exoneraciones
La vida dio una última mecida
En el engranaje del cabizbajo
aferrado
Donde los mendigos nos
acercamos por pan
Estaba.
Retumba en tu cuerpo como deseo
Y tú siempre aferrada a mi
pecho
Sabiendo que tú al final
crepuscularías
Una margarita más sin inerte
arboleda
Poema de amor con cenizas de tu
piel
Ya no está.
Con tres galopes más un paso
mortal
Clamando por vida vive el
placer
Solo tú y yo lo podríamos
conocer
Detenidos frente al pesar del
vació
Tenías que estar.
Y sigo soplando el polvo de los
gemidos
Fuimos centenares en abrazarnos
Y ahora solo flotan manos en el
seno
Y sin que yo sepa ella que
vuelva
Donde la cabeza del Sol nos
incendia
Un viento en las esquinas de
tus ojos
Callo de nuevo otro verso
Al fin terminaste de cantar ese
infinito
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