El Momento

Ya el poderoso silencio nos acurrucaba
Lloraba, transpiraba, mentía y nos envolvía
Sobre el bajo mundo incandescente
Andaba, cantaba, crecía y nos poseía
Yo en el oro de tus alas
Volaba, golpeaba, sucumbía y nos dejaría
En la inmensidad de tus ojos
Sangraba, alegraba, rogaría y nos ataría
Ya en tu eco desalmado
Llegaba, entraba, dolía, y se esparcía
Bajo la callada luna celeste
Pernoctaba, marchitaba, corría y nos enmudecía
Dentro de tu corazón saliente
Anhelaba, llenaba, seguía y nos veía
Con mi sueño imposibilitado de tu altar
Tocaba, decoraba, caía, y nos arrancaría
Mediante este amor latente
Guardaba, esperaba, quería y nos mentía
Bajo el cielo de tu invernal piel
Fijaba, arrollaba, conocía y nos delataría
Dentro del calor de tu cuerpo
Agonizaba, faltaba, renacía y nos descendía
En la suavidad de tu cielo
Alardeaba, quejaba, repetía y nos apuñalaría
Como el púrpura de tus suaves manos
Probaba, alimentaba, resurgía y nos envenenaría
Ya en el mundo real
No conocía, no vivía, no latía
No galopaba, no acercaba, no remaba
Solo despertaba, pero ya no dormía.

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